Posiblemente las especies más emblemáticas de elefante, los elefantes africanos son nativos de África subsahariana. La mayor diferencia entre los elefantes asiáticos y africanos es que las especies africanas son generalmente más grandes, siempre tienen colmillos y tienen orejas mucho más anchas.
Desafortunadamente, ambas especies de elefante africano (el elefante africano del arbusto y el elefante africano del bosque) se clasifican como vulnerables por la UICN. Más específicamente, están sufriendo una fragmentación y pérdida de su hábitat natural y son uno de los animales más comúnmente escalfados en todo el mundo. Se cree que la población de elefantes africanos ha caído en más de 100.000 individuos en la última década, lo que sería uno de los descensos más agudos de la población de vida silvestre en la memoria reciente.