Mustang proviene de la palabra española mustengo, que significa bestia sin dueño. De hecho, los mustangs son caballos salvajes que escaparon o fueron abandonados hace siglos por los exploradores españoles del Nuevo Mundo. Son una raza de tamaño mediano conocida por su velocidad y resistencia.
La mayoría piensa en la historia de los caballos en Norteamérica comenzando con los exploradores españoles, que trajeron caballos al otro lado del océano y dejaron atrás a algunos. Muchos de estos caballos vagaban libres, mientras que otros fueron capturados y utilizados por los nativos americanos. Sin embargo, el registro fósil muestra que para los caballos, el viaje al Nuevo Mundo fue un regreso al hogar, no un viaje de descubrimiento. Los caballos en realidad se originaron en América del Norte hace unos 4 millones de años. Utilizando el puente de tierra entre Asia y América del Norte, algunos caballos emigraron a Europa hace unos 2-3 millones de años. Los caballos murieron en América del Norte al final del Pleistoceno, hace unos 11,000 años. Afortunadamente, en ese momento, sus hermanos que viajaban cruzando el puente de la tierra se habían extendido por toda Europa y Asia. Durante los siguientes miles de años, los humanos domesticaron estos caballos salvajes, hasta que finalmente, en los siglos XV y XVI, fueron traídos a América del Norte en barcos españoles. Hogar dulce hogar.