No te preocupes, la Cría de guepardo no está llorando. Las rayas negras en forma de lágrima forman parte del patrón típico de su pelaje, al igual que las manchas oscuras. Así se camufla perfectamente en la sabana africana y puede jugar sin correr peligro. Lo hace con total tranquilidad. ¿Qué habrá descubierto ahora?
La simpática Cría de guepardo es monísima con sus pequeños ojos redondos y su nariz respingona negra. Al nacer solo pesó 300 gramos, pero ahora ya ha crecido. Se sabe enseguida que es una cría de guepardo por sus típicos puntos negros. Juguetona, levanta una pata. Eso es que quiere coger algo. A lo mejor una hoja que se mueve con el viento. O a lo mejor alguien le ha lanzado un ovillo de lana.