Una criatura común de la tundra ártica, el zorro ártico es un miembro del género del Vulpes. Está bien adaptado para vivir en ambientes fríos y duros y es quizás mejor conocido por su audición aguda, que permite a este zorro localizar y atrapar presas que se mueven bajo la nieve.
Se estima que hay cientos de miles de zorros árticos que recorren sus hábitats endémicos, clasificándolos como "menos preocupantes" en el espectro del estado de conservación. Según los investigadores, sin embargo, el zorro ártico está comenzando lentamente a sentir los efectos del calentamiento global. Menos cubierta de nieve en el suelo ha hecho sus capas blancas para ser menos eficaz, por lo que es más difícil para ellos competir con los zorros rojos, sus primos más grandes, por los recursos. Afortunadamente, se han adoptado medidas para preservar el nicho ecológico del zorro ártico y se centra principalmente en expulsar al zorro rojo del hábitat natural del zorro ártico.