El Bulldog se originó en Inglaterra, y cuando se convirtieron en perros de compañía populares, a menudo se mezclaron con otras razas, como Pugs y Terriers, para hacerlos más pequeños. A medida que la gente de Inglaterra viajaba y se mudaba a Francia, a menudo llevaban a sus Bulldogs más pequeños. Pronto, los perros se hicieron muy populares en Francia, e Inglaterra comenzó a enviar Bulldogs a Francia con rasgos que no eran deseables en la raza. Irónicamente, estos rasgos se convertirían en estándar de la raza en el Bulldog francés, como sus orejas grandes y erectas.