Las ballenas asesinas son mamíferos muy inteligentes, y son conocidos por ser curiosos y juguetones. En la naturaleza, se sabe que pasan adaptaciones vocales y de comportamiento de generación en generación, desarrollando una especie de cultura de ballena única. Ha habido casos en los que las orcas imitaron el habla humana y trabajaron junto con los humanos para cazar peces.

A pesar de su reputación, hay muy pocos ataques informados por las orcas en humanos, principalmente de animales cautivos. Como cualquier animal salvaje, deben ser tratados con respeto y precaución, pero no se sabe que sean más o menos peligrosos que la mayoría de las otras grandes especies de ballenas. Aún así, son depredadores de alto nivel, lo que significa que no hay otros animales que se aprovechen de ellos. Incluso se sabe que luchan contra los grandes tiburones blancos y ganan.

El estado de conservación de las ballenas asesinas es complicado, ya que se cree que diferentes poblaciones pueden representar especies de Orca completamente diferentes. Existen numerosos tipos diferentes que pueden identificarse por sus patrones de comportamiento, elección de alimentos y patrones de color. Se cree que algunos tipos están más en peligro que otros, y las orcas enfrentan amenazas de contaminación, derrames de petróleo, cambio climático y caída en los niveles de sus especies de presa preferidas.